**Atención: esta historia, las circuntancias narradas, los dialogos y los lugares, son solo parte de la ficción...y no tienen relación con la realidad**
Todo hacía suponer que sería un evento como muchos, sin nada especial, sólo una reunión más, como tantas que ya hemos tenido desde que nos conocimos, desde que decidimos formar parte de un grupo de amigos...
Avanzaban las horas lentas, hacía frío en el ambiente, sin embargo, el animo no decayó, al contrario, se hacía cada vez más ameno estar ahí, conversando, hablando de las cosas de la vida, junto a un buen vaso de bebida, un cigarrillo y musica de nuestra epoca. Comentarios iban y venían...
Era como una reunión más, pero sucedió algo que nadie esperaba, las demás personas comenzaron a retirarse, a hacer grupos o simplemente, se excusaban diciendo que habían otras actividades pendientes y tenían que marcharse...
Extraño...pasada la medianoche sólo estabamos tu y yo...cotinuamos platicando, como lo hacíamos siempre, como todas las noches, en donde...luego de que ya todos se habían marchado, seguiamos nosotros dos, de esta manera habías entendido que nos conoceríamos más en profundidad de esta forma...
Hacía más y más frío...pero no importaba...estabamos juntos...disfrutando...hasta que llego un minuto en que nos quedamos en silencio, era tan evidente que ya no eran nuestras mentes las que querían hablar...ya era turno de nuestros corazones...nos abrazamos calidamente...podiamos sentir nuestras respiraciones...nuestros palpitares eran casi simultaneos...reimos de forma nerviosa...que pasaría ahora?...porque tanto nerviosismo...si nos conocemos de tanto tiempo...
Dos palabras...rompieron ese clima...dos palabras...que gatillaron el comienzo del cambio que se venía sin detenerse...dos palabras...que en un primer momento no creí haber escuchado..."mentiroso"...me atreví a decirte, mientras busqué con desesperación tu mirada a ver que tan cierto era lo que habías dicho..."es verdad...ya no puedo más con esto...no puedo detenerlo..."...no había duda...ya no...porque...se abrió el candado que tenía prisionero a tu corazón, ese mismo candado que tu mismo habías decidido poner...optaste por abrirlo...y así, tal y como yo lo había hecho hace un tiempo...te liberaste...
No hay nada que temer, estaremos unidos...pase lo que pase...ya llegará el día que rendiremos cuentas por lo que hemos hecho de nuestras vidas, pero si estamos acá, si nos pusieron en un mismo planeta, en un mismo país, una misma época y un mismo tiempo...era ára que nos encontraramos...para que nos dieramos cuenta de que la vida, por mucho que nosotros seamos los encargados de manejarla, hay un destino más poderoso que nos hará dar el siguiente paso...
La rueda de este destino ya comenzó a rodar, ya no hay vuelta atrás...el tiempo igual correrá de nuestra contra...porque vamos contra todo y contra todos...porque ahora estaremos juntos, y nos querremos tal y como habíamos soñado, porque ese era nuestro destino, desde el momento en que nos conocimos...
